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Apoyo del intelectual brasileño Antonio Candido al movimiento estudiantil en Chile


En uno de los momentos más cruciales de la lucha del movimiento estudiantil, que cumple ya cuatro meses de paro y movilizaciones a lo largo de Chile, hemos recibido una breve misiva del gran intelectual, sociólogo, crítico y profesor brasileño Antonio Candido.

El profesor Candido, quien el pasado 24 de julio cumplió 93 años, ha destacado por su compromiso y militancia de izquierda, y declaró en su última entrevista que cree que el socialismo, en la actualidad, ha vuelto a ser una doctrina triunfante en el mundo: "Llamo socialismo a todas las tendencias que dicen que el hombre debe caminar hacia la igualdad y que es él el creador de las riquezas, y no puede ser explotado".

El profesor Antonio Candido

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Declaración de apoyo Plenaria Memoria y Justicia, Montevideo



Desde nuestra organización Plenaria Memoria y Justicia, queremos saludar la lucha de los/as estudiantes y trabajadores/as de la educación en Chile. Desde aquí estamos atentas/os a esa lucha del pueblo chileno llena de esperanza. 

Hace décadas que las calles de Chile no sentían ese calor, hace décadas que esas calles no sentían la vibración de miles y miles de pasos haciendo temblar la injusticia. Saludamos esa esperanza colectiva que cimienta intentos de construcción popular.

Hemos conocido con emoción noticias que nos enseñan pequeños pasos en la larga y dura, no por ello menos hermosa, socialización del poder desde la aguerrida movilización social. Construcción que se consolida pese a la represión de la protesta estudiantil y a la criminalización de la lucha social. 

Que hoy por ejemplo desde la toma de los liceos se estén dando importantes experiencias para autogestionar la educación, es una actitud profundamente radical de autonomía del movimiento estudiantil. Es un paso cualitativo en la lucha contra la mercantilización de la educación y la elitización del conocimiento que impuso la dictadura, que tuteló celosamente la Concertación y que hoy sigue profundizando la Derecha. 

Cuando tomamos conciencia colectiva de nuestra fuerza, cuando no tememos porque somos muchas/os más, somos capaces de enfrentar el desafío de construir alternativas de poder. Son muchos los hitos que también hacen parte de esta historia: sin ir muy lejos, las movilizaciones estudiantiles del 2001, la “revolución pingüina” del 2006 y las movilizaciones de los trabajadores subcontratados del cobre y forestales el 2007. Y sobre todo cada instante de construcción colectiva silencioso, humilde y cotidiano, muchas veces hecho a contracorriente.

Sabemos que las mesas de negociación nada solucionan, estas estrategias que emanan desde arriba, desde los que se pretenden dueños de todo, sólo buscan calmar su miedo de perder sus privilegios acallando el grito de rebeldía del pueblo, aplastando su digna y necesaria lucha. La única solución viene del pueblo como sujeto social capaz de exigir con fuerza sus demandas, y de construir colectivamente sus derechos sociales. Sabemos también que estos procesos se dan de manera heterogénea y llenos de contradicciones, que se manifiestan en diversas propuestas y alternativas. 

Nos asombra la claridad de los sectores de la izquierda de intención revolucionaria para aprender de esas experiencias, para mirarse con autocrítica y generosidad, pero sin autocomplacencia, para aprender de sus propios errores y aciertos en estos años de construcción. Sabemos que están ahí en la pelea cotidiana, disputando la realidad minuto a minuto en cada establecimiento tomado, en cada marcha, en cada asamblea, en cada sindicato.

Compartimos esa certeza de que el pueblo sólo puede construir su historia si se articulan sus distintos actores sociales: trabajadoras/es, pobladores/as, campesinos/as, pueblos originarios y estudiantes. Son la organización y la lucha social los cimientos de toda construcción de poder popular. Hoy en Chile los/as estudiantes, trabajadores/as de la educación y los trabajadores/as del cobre son un digno ejemplo de esta lucha. 

Desde aquí les mandamos un abrazo fraterno y libertario.



¡¡ARRIBA LOS Y LAS QUE LUCHAN!!


Plenaria Memoria y Justicia, Montevideo agosto de 2011

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La justicia no se vota, no se plebiscita: sobre la Ley de Caducidad en Uruguay


          El jueves 19 de mayo de 2011 se cerró una pequeña etapa en la historia política y social uruguaya que, como todo movimiento dialéctico, abrió otra. Se votó en la cámara de diputados la Ley Interpretativa (de la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado). Hagamos un rápido y breve repaso histórico de la Ley de Caducidad, o Ley de Impunidad. Después de la salida de la dictadura en Uruguay (el 14 de marzo de 1985), luego de largas negociaciones entre el gobierno y los milicos, el parlamento votó y aprobó la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado en diciembre de 1986. A muy grandes rasgos, ésta es una ley que impide investigar y juzgar las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura, por lo tanto se erige como un tipo de amnistía para represores y torturadores. Luego, la izquierda hizo una larga campaña por plebiscitarla, lo que se logra en 1989, donde el voto verde (por la anulación de la Ley de Caducidad) perdió frente al voto amarillo (a favor de la ley). Esta derrota fue un duro golpe. Y en octubre de 2009, nuevamente por iniciativa de organizaciones sociales y políticas, se volvió a plebiscitar. Pero el plebiscito de octubre volvió a ratificar la ley. No entraremos aquí en las circunstancias de cada uno de los plebiscitos, solo decir que el primero se dio en un clima de profundo temor instalado en la sociedad; en el segundo solo existió una papeleta (la rosada, a favor de la anulación), pero no había otro voto (en contra de la anulación). Luego de esto, entre septiembre de 2010 y mayo de 2011, tuvo lugar un largo debate parlamentario, que no se plasmó en una necesaria discusión-movilización social, en torno a la Ley Interpretativa. Con respecto a esto último, aquí nos interesa dejar planteada una breve reflexión sobre los últimos hechos acontecidos en Uruguay durante las últimas semanas.


     La gran función circense del jueves 19 de mayo, donde se votó la Ley Interpretativa en la cámara de diputados (después de haber sido votada y ratificada en la cámara de senadores en abril de 2011), terminó con un empate de 49 votos a favor (bancada del Frente Amplio, FA) y 49 votos en contra (bancada de blancos y colorados). Números que no sólo expresan un empate cuantitativo, sino que también nos hablan de cómo, entre ellos, los matices se van decolorando. Y se funden cada vez más los colores de unos con otros en su reconciliación, llevando a la práctica un discurso perverso que gira en torno a la necesidad de perdonar y dejar los odios de lado, como quedó explícitamente claro el 18 de mayo de 2011, en el discurso de Mujica –“el ex guerrillero”- en el día del Ejército uruguayo. Yo no sé por qué en este punto pienso en los veinte años de Concertación post dictadura en Chile. 



          En esa votación, el FA sacrificó un caballo en la partida, construyó su nuevo chivo expiatorio: Víctor Semproni, el diputado que no votó, al que Mujica mandató para que no votara la Ley Interpretativa. Tanta renegación, tanta hipocresía y desfachatez no se aguanta, no se soporta. Había que sacrificar una pieza del tablero para intentar aplacar el descontento que se expande lenta y subterráneamente entre nosotros/as, y para no romper los pactos con el diablo, para no despertar la ira de los hombres de verde, siempre atentos a toda movida en la partida, ellos también juegan. Y cómo lo hacen saber: amenazando al pueblo, y secuestrando, torturando, asesinando y despareciendo a testigos. Todo estaba arreglado, todos y todas sabíamos ya el resultado antes que empezara la función. Una cortina de humo más que busca confundirnos, pero nosotros/as no nos mareamos, no se desvanecen nuestras certezas, al contrario, con más fuerza afirmamos nuestras convicciones. Ellos centraron, estratégicamente, la atención en la votación de la Ley Interpretativa –que tampoco anula la ley de caducidad-, despejando así un poco la cancha para la impunidad de los milicos. Y creen que el pueblo es hueón!  Ahora nos vienen con la derogación de la Ley de Caducidad, que tampoco la anula, y peor aún, mantiene la impunidad de torturadores y represores. Porque los crímenes que ya fueron “amnistiados” hacia atrás, bajo la caducidad, no pueden ser juzgados. Sólo pueden serlo los que se cometan desde el momento de la derogación (enredos jurídico-legales que mantienen el tema entre leguleyos, y operan como voladero de luces).

          El problema no es sí la ley o no ley. El problema es el poder de las FFAA, que siguen negociando regalías y privilegios, que siguen generando ganancias de los robos que le hicieron al pueblo, que siguen actuando con toda impunidad. Y, lo más importante, nuestro desafío es cómo construimos proyectos y alternativas para las mayorías. Y para esto, cómo acumulamos fuerzas…La impunidad no se interpreta se condena! La justicia no se vota, no se plebiscita, se construye a medida que se construye un mundo nuevo todos los días! La ambición de dinero y poder se alimenta, como una rata, de la miseria y de la injusticia. Por eso la lucha contra la impunidad y la pobreza es tan pasada como actual: la miseria y la explotación de hoy hacen parte del mismo proceso histórico en que nos pusieron las botas encima, con el que inauguraron, a sangre y fuego, una nueva etapa para el sistema económico, imponiendo un modelo arrasador abusador y avasallador de la vida humana y de la humanidad toda. La lucha de clases es eso, sigue siendo el motor de la historia. Y por eso los pueblos del mundo entero -y bien lo han gritado y hecho saber los pueblos árabes del norte de África y de medio Oriente- tienen mucho por construir. Bien lo hizo saber el pueblo uruguayo en la calle el 20 de mayo (“Marcha del Silencio”, que es la marcha que Familiares organiza todos los años contra la violación de los DDHH y la desaparición de personas). Hubimos cien mil personas repudiando el manoseo asqueroso que está haciendo el gobierno con los DDHH, demostrando nuestra rabia, nuestra fuerza y nuestro amor por la vida. ¡La lucha, siempre tan nueva como antigua, sigue y es todos los días! Arriba los/as que luchan.


¡LA IMPUNIDAD NO SE INTERPRETA NI SE PLEBISCITA, SE CONDENA!


¡NI OLVIDO NI PERDÓN, JUICIO Y CASTIGO!

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Declaración pública


El Colectivo Sin Fama ni Gloria se suma a la causa del Grupo de Apoyo a la Lucha Mapuche desde Montevideo, Uruguay, de quienes publicamos la siguiente misiva:

 8 de septiembre, 2010



Declaración Pública


Ante la huelga de hambre que lleva 59 días (inicio 12 julio 2010) de los 35 Presos Políticos Mapuche, expresamos nuestro repudio a la militarización de las zonas en conflicto territoriales en el Wallmapu (país Mapuche) y a la criminalización de la lucha del pueblo Mapuche por su autonomía y autodeterminación.
Expresamos nuestro profundo rechazo a la aplicación de la Ley Antiterrorista (ley aprobada en la dictadura Pinochetista) en los juicios contra los peñis, construidos en base a montajes político- jurídicos que responden a los intereses del Estado chileno y las empresas forestales transnacionales (como MININCO y ARAUCO).
Entendemos que este conflicto se enmarca dentro de la expropiación de la tierra y los recursos naturales que, además de continuar con el saqueo histórico de nuestra América morena, profundiza la miseria de las comunidades indígenas y del pueblo en general.

Asimismo, rechazamos la criminalización y penalización de la justa protesta social en cualquier parte, ejemplo de esto en Chile son la represión y hostigamiento permanente por parte de la policía ante las demandas del pueblo, así como el cerco comunicacional que establecen los medios masivos de comunicación para informar y denunciar las problemáticas sociales. Rechazamos las agresiones que han sufrido los estudiantes en defensa de la educación pública, y los montajes policiales y jurídicos que padecen grupos radicales en Chile.
Sin duda, todo esto se enmarca en las prácticas autoritarias por las que se han caracterizado los gobiernos de la Concertación y el actual gobierno del empresario Sebastián Piñera, que han sido la perpetuación del régimen de Pinochet.Y entendemos que la criminalización de las luchas sociales se exacerba en el marco de una nueva conmemoración del 11 de septiembre 1973, a 37 años del golpe de Estado.

Liberación de todos los Presos Políticos Mapuche
Fin a la criminalización de la protesta social
Donde hay coligües, coligües nacerán. Si uno cae, diez se levantarán!


¡Arriba los y las que luchan!
Grupo de Apoyo a la Lucha Mapuche
Montevideo - Uruguay